La estructura metálica del objeto evoca la imagen de un animal acuático prehistórico, con un toque moderno. Para desarrollar el proyecto, se utilizó la técnica de calados mediante ensambles con forma de polígonos. En total, son 14 piezas, cada una compuesta por 5 triángulos. Cada una de estas piezas cuenta con dos tipos de acabados, intercalados entre cada triángulo para generar un efecto óptico de contraste entre el brillo y el mate del metal.

Debido a su naturaleza de ensamble, el objeto tiene múltiples configuraciones posibles. Para este caso, las piezas se han ensamblado cuidadosamente creando un patrón complejo y atractivo que da forma a un esqueleto imaginario, evocando la presencia de un animal acuático de belleza única.